Autor: Alejandro Paredes / BDM en MR Solutions
El futuro de las contraseñas ha llegado y con el, su fin……….la razón?, simplemente por la biometría y certificados digitales.
Regresando al año 2022, es molesto y tedioso tener una cantidad grande de contraseñas, además de lo difícil que es crear y recordar de manera segura, los requisitos cada día, son más complejos
De acuerdo al estudio de uso biométrico de una de las compañías más importantes de tecnología como lo es Dell, para alrededor del 60% de las personas es muy incómodo hacerlo con regularidad.
Además, un estudio en todo el mundo, descubrió que cuando a los usuarios se les presentaba una contraseña larga, difícil y con presión de tiempo, su estrés aumentaba cerca del 30 % en los primeros cinco segundos y seguía aumentando hasta después de que los usuarios iniciaran sesión.
Lo que resulto que para la mayoría de las personas, una actualización constante de las contraseñas no es una prioridad, por el contrario, se vuelve una molestia. Y en todos los casos muchos de los usuarios, terminan haciendo exactamente lo que nos piden no hacer. Para tener mayor seguridad, las organizaciones exigen a sus empleados que actualicen las contraseñas de manera constante, siempre con los requisitos mínimos para que sean segura, y de cualquier manera, esto no evita que los empleados comprometan la seguridad por conveniencia.
Desafortunadamente, esto no solo incluye a los adultos. Los hallazgos mostraron que los estudiantes más jóvenes aprenden y comprenden las mejores prácticas de contraseñas, pero aun así muestran un mal comportamiento cuando se trata de ejecutar esas mejores prácticas, además que en el día a día, se comparten contraseñas para poder ingresar a su información.
Por lo tanto, si las personas entienden el uso, pero no respetan los procesos, que debemos hacer?
¿Biométricos?
Existe evidencia de que las huellas dactilares se usaron como marca de una persona ya en el año 500 a.C. y que la tecnología biométrica existió durante varias décadas antes. Y no fue hasta inicios de este siglo, que esta tecnología realmente comenzó a aparecer en los dispositivos de los usuarios finales, en este momento, casi todos estamos familiarizados con el uso de la biometría para desbloquear dispositivos y aplicaciones. Hoy, con tan solo mirar tus dispositivos, los puedes desbloquear.
La biometría avanza a pasos agigantados y continúa ganando terreno como una forma fácil y segura de reconocimiento automático de usuarios, por lo que la contraseña tradicional, cada vez pierde más popularidad. Adicionalmente, la biometría continúa avanzando con una mejor tecnología de sensores y el uso de algoritmos de comparación basados en IA. Esto da como resultado una mejor experiencia de usuario al tiempo que mejora el modelo de seguridad.
Aún falta mucho por recorrer hasta que las contraseñas queden obsoletas, pero a medida que la tecnología biométrica se vuelve más sofisticada y más ampliamente adoptada, es solo cuestión de tiempo hasta que no necesitemos recordar contraseñas complicadas sin comprometer la seguridad.